jueves, 11 de abril de 2013

ALGO PARA TI MEDITALO


Ayúdame Dios – A Vivir una Vida que Valga la Pena
Cuando imploras: “Dios, ayúdame”, ¿crees que hay una vida más completa por delante? Una relación con un Padre Celestial dedicado y amoroso, cambia tu punto de vista del mundo, de una perspectiva temporal a una eterna (2 Corintios 4:17-18). La relación que desarrollas a través de tu aceptación del Hijo de Dios, Jesucristo, como tu Señor y Salvador te renueva, tanto mental como físicamente. 
  No puedes cambiar el mundo a tu alrededor hasta que hayas cambiado el tuyo. Podemos elegir vivir en desobediencia a los planes de Dios —vivir en pecado— (Romanos 3:23). O podemos pedir perdón y agradecer a Jesucristo por sacrificar su vida como pago por nuestros pecados. Esto incluye el que alguna vez estuviste muy lejos de Dios. Que fuiste su enemigo, separado de él debido a tus malos pensamientos y acciones, pero ahora él te ha traído de vuelta como su amigo. Ha hecho esto a través de la muerte de su cuerpo humano en la cruz. Como resultado, te ha traído ante la presencia de Dios y ahora estás santo y sin culpa para presentarte ante él sin ninguna falta (Colosenses 1:21–22).  No puedes cambiar el mundo a tu alrededor hasta que hayas cambiado el tuyo. Podemos elegir vivir en desobediencia a los planes de Dios —vivir en pecado— (Romanos 3:23). O podemos pedir perdón y agradecer a Jesucristo por sacrificar su vida como pago por nuestros pecados. 

 
 Todo lo que necesitas es creer. Haz una oración simple y sincera. “Padre Celestial, creo que tu hijo Jesucristo murió en la cruz por mi pecado y fue resucitado de la muerte. Confieso y pido perdón por mis pecados. Gracias por perdonarme y amarme. Ayúdame a vivir una nueva vida que te plazca, como una nueva creación en Cristo Jesús. Sostenme a través de esta circunstancia. Es más grande que yo y no puedo hacerlo sin ti. En el nombre de Jesús, amén”. 
Si decidiste convertirte en un hijo de Dios el día de hoy, bienvenido a su familia. Él nunca te dejará. Hebreos 13:5 dice: “Porque Dios ha dicho: ‘Nunca te dejaré; jamás te abandonaré’”. 
Dios está ansioso por ayudarte (Romanos 5:6-11). Él te ama mucho y no quiere que atravieses esta prueba solo
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario